Now I'm that bitch

Hacía un día semi soleado cuando salí de casa y caminé hasta los acantalidos de la reserva. En mucho tiempo no había tenido una tarde entera para mi sola, era reconfortante no tener que escuchar los pensamientos de los demás en mi cabeza. Resoplé, de un tiempo para acá las sanguijuelas se estaban multiplicando por Forks y a veces uno que otro trataba de colarse a La Push, así que hacía rondas casi todo el día para evitar que entraran a la reserva. Y ni hablar de la molestia de encontrarse a Paul o a Jared mientras lo que querías era un poco de paz, era una pesadilla, sin contar que podrían estar con Sam, lo cual solo epeoraba las cosas.

Parece repetitivo, pero sí, aun seguían en mi los sentimientos hacia Sam Uley, y no podía evitar sentir una punzada de dolor cuando lo veía con Emily, mi prima a la que alguna vez llamé hermana. Obviamente ya estaban casados y por supuesto yo fui la dama de honor en "ese día tan especial" que debió de ser el mío. Pero como una jugarreta del destino o de los genes de lobo en mi sangre y la de Sam, nunca pudimos establecer un amor tan fuerte como el que tiene él ahora con Emily. Bueno, alguna vez lo tuvimos, pero eso fue hace tiempo y ahora yo sigo lamentándome como una tonta y preguntándome qué hubiese pasado si todo esto fuese una mentira, un sueño.

Maldita imprimación, siempre estaré en contra del desgraciado "amor a primera vista". Hasta al pobre de Jacob le ha traído problemas: desde hace 17 años ha intentado por todos los medios encontrar a Nessie, la hija de Bella y Edward, de la cual él se imprimó cuando ella era una recién nacida. La chica fue a parar a manos de los chupasangres europeos y tanto Jake como los Cullen estaban desesperados por encontrarla. Tanto así que Jacob cometió la locura de irse a Volterra a buscar a Renesmee. Ese es el problema con la imprimación, te ciega y no te deja ver más allá de tu "verdadero amor".

Yo por mi parte soy un punto genético muerto, nada, estoy en blanco, cero imprimación. Aunque no me gustase la idea de que una fuerza más allá de mi voluntad decidiera con quién estaría por el resto de mi lobuna vida, no quería estar sola... ¡Oigan, también tengo sentimientos! No siempre soy una arpía insoportable, solo que no me gusta mostrarlos con los chicos cerca, y enfrentémoslo ser la única chica en una manada de hombres lobos era estresante.

Llegué a mi destino con estos pensamientos en mi cabeza, extrañaba las charlas con Jacob, pero era imposible que fuese a donde él estaba, soy su beta y debo permanecer en La Push y proteger a los míos de la reciente oleada de sanguijuelas que hay en la ciudad. Me senté en el suelo contemplando el borde del acantilado y una brisa rozó mi rostro y me hizo cerrar los ojos por unos segundos. Los abrí nuevamente y miré hacia el horizonte donde el mar parecía una gran manta grisácea -las playas en la reserva no eran de la típica tonalidad azul cristalina.