Encuentro inesperado [Heidi]

Huí de casa en cuanto ví mis ojos completamente negros en el reflejo de la puerta del microondas cuando estaba cocinando para Christine. No me había dado cuenta de que tenía tanta sed en cuanto lo note. Para no cometer errores, además de estar mi sobrina tan cerca fuí al bosque para cazar algo con rapidez y volver a mis tareas hogareñas que hace tanto tiempo no hacía.
Ya ni el cazar disfrutaba, mi mente se enfocaba solamente en la razon por la que seguía con vida: mi hija.
De nuevo el dolor marcó acto de presencia en cuanto pensé en el rostro de mi niña, la que me habían arrebatado.

Ya estaba bastante acostumbrada a vivir con él, esa herida supurante que tenía en el pecho ya era algo tan normal que no me sorprendía cuando aparecía, aunque seguiera doliéndo como el primer día.
Corrí con desgano por el bsoque perciviendo los olores y sonídos para localizar una presa.
Pero me quedé en seco, cuando escuche otros pasos corrér por el bosque.
Me agazapé y adopté una posición de ataque por si debía luchar. Inmóvil seguí a la espera de encontrarme con el vampiro.

Después de la pequeña trifulca con la neófita pensé que sería interesante hablar con La Cullen. Sería la más indicada a decir la verdad por su hija. Así que no me lo pensé dos veces y en cuanto pude cogí el primer avión hacia Forks.

Al llegar allí, miré el reloj. Eran solo las 6 de la mañana aún la noche estaba patente y no creo que la Cullen hubiera salido de caza, asquerosos vegetarianos.-pensé. Me paré en mi casa y hice tiempo hasta que fuera una hora más o menos proporcional.

Pasó el tiempo demasiado rápidamente, se me había hecho tarde pero quizás ese era mi día de suerte. Salí de la casa bastante a prisa, cogí el coche alquilado y me dirigí hacia el bosque de Forks, más tarde seguramente tendría que cazar. -¿La sobrina de Bella estaría dulce?.-pensé y una sonrisa macabra adornó de nuevo mi rostro.

Llegué al bosqué y me bajé del coche con un pequeño salto rápido. Puse atención y oí las pisadas de otro ser sobrenatural, ¡BINGO!, mi día de suerte.

Avancé rápido por el bosque tenía que pararla antes de que se fuera, mis ojos se empezaban a volver rojos. El hambre sumado a las 12 horas de avión repleto de gente hacía estragos en mí. Cuando acabé con mis cavilaciones oí que los pasos se habían parado. Seguramente me habría oído. Di un par de pasos y la vi, allí agazapada en posición de ataque. Sus ojos eran negros, seguramente aún no había cazado así que sería muy fácil irritarla.

-Cullen, Cullen...¿Tu amorcito no te ha enseñado modales?.-Le dije en tono alto para que me oyera. No sabía si reconocería mi voz, pero seguro que sí mi silueta.-Tenemos muchas cosas de que hablar.-Proseguí a la espera de una respuesta.

Los pasos cada vez se acercaban más a mi, agucé el oído lo más que pude y me volví a la dirección de donde saldría aquel vampiro.
Respiré profundamente tratando de captar su olor, el que me aprecío bastante familiar.
Un Vulturi andaba por aquí.
Rabia y odio fue lo que sentí, ganas de matar y destrozar todo lo que estuviera a mi alrededor, no me sentía capaz de controlarme.
Lo único que quería era despedazar a aquel ser.

Una voz femenina resonó no muy lejos de mi posición, también era terriblemente conocida, pero no podía darme cuenta de quién se trataba.
Al escuchar sus palabras mis musculos se tensaron aún más y el deseo de matar se incrementó.
Una mujer descomunal y hermosa apareció de entre los árboles. Inspeccioné su rostro al igual que sus movimientos, debía estar alerta.
Ahra que la había visto podía decír con certeza que sabía quién era: Heidi Vulturi.
- ¿Qué haces aquí?- gruñí, pero luego siguió hablando. Al parecer tenía cosas que comversar conmigo.
No reajé mi postura y le mostré los dientes en cuanto terminó de hablar.
- Te escucho - dije con una voz que muy pocas veces había oído en mi, aquella de odio y repugnancia.

La reacción de Bella me hizo desentonar una carcajada bastante irónica.
-Son asuntos internos, estoy aquí por tu hija.-Dije sabia que se le irían de golpe las ganas de gruñir atacando por donde más le dolía. Incluso a mí me parecía demasiado cruel dejar a prevalecer ese tema, pero era la única forma de salir viva. Las ansias de venganza acechaban por todo el ambiente y por muy rápida que fuera no conocía el lugar y mi don no resultaba compatible con el de ella.

-Necesito hablar contigo, algo me dice que conoces a una personita un tanto interesante. Y controla lo que haces o esto tendrá pequeñas repercusiones.-Le contesté al ver que me gruñía, aunque yo fuera incapaz de tocar un solo pelo de Renesmee.

-¿Quizás quieras una foto de tu hijita?.-Le dije mientras cambiaba la posición y me apoyaba en el otro pie dándole un tono burlón al asunto,

Heidi se rió y el odio se incrementó aún mas, haciendome avanzar un paso en su dirección dispuesta a atacar. Pero sus palabras me dejaron helada, plantada en aquel lugar totalmente bulnerable.
Dejé de respirar y mis ojos se abrieron como platos, mi mente comenzó a trabajar instantaneamente, pensando de que quería hablarme. Quizá le había pasado algo, o...
La idea de poder volver a verla me invadió, pero la desterré con rapidéz, no podía pensarlo. No se si podría soportarlo en cuanto me enterara que eso jamás pasaría.
- ¿Q-qué pasó con Nessie?- mi voz se quebró y aquel rastro de odio se perdiño por completo al mencionar el nombre de mi hija.

Relaje completamente mi postura en cuanto me habló de repercuciones. No me importaba en lo más mínimo morir allí si era necesario. No, no había nada que me importara más que Nessie.
- ¿Qué quieres decirme?- le pregunté con ansias, odiaba que los Vulturis se andubieran con tantos rodeos, me ponía de los nervios.
Su pregunta me emocionó y caminé hasta ella sin ninguna precaución.
- Por supuesto que la quiero- dije algo enfadada por el tono burlón con el que estaba hablando.

Volví a reír ante sus expresiones, esa Bella no era la que había conocido. Sin duda había vuelto a cambiar desde la última vez que la vi. Ahora era más guapa y robusta que antes, su tez blanca resaltaba los ojos negros que acompañaban a su seria faceta. Era realmente guapa.

Vi sus movimientos e intenté preverlos, sabía que el tema de su hija la haría recapacitar y por decirlo de alguna manera le bajaría los humos. La expresión de rabia que sentía hacia mi se desquebrajo al oír hablar de su hija, era consciente de que eso es juego sucio pero tenía que usar todas mis armas para descubrir la verdad.

-¿Nessie?, ¿Es así como la llamáis?, Qué ridiculo.- dije al oír el nombre que le había dado.- Para tu suerte a Renesmee no le pasa nada, Aro la cuida como si fuera su hija. Bueno es que ¿Acaso no lo es?.- Volví a reír.-Pero no he venido por esto, mis años de expreiencia me dicen que como es lógico no os habéis quedado con los brazos cruzados esperando a vuestra hija. Sé que habéis infiltrado a alguien y la verdad de esos lobuchos que tenemos como guardias una no se puede fiar.-Seguía hablando mientras me retocaba el pelo.- Así que si quieres la foto, no tendrás otra solución más que hablar y más te vale decir la verdad, si no y sabes.-La miré de reojo esperando su expresión.

-Te espero en mi casa de Forks a las ocho, no te retrases.- Concluí esperando una repuesta positiva por su parte.

Levanté la mano, no aguantaría mucho más sin arrancarle la cabeza. Pero me detuve ántes de hacerlo, debía mantener la calma.
- Poco me importa lo que pienses de su apodo- le dije con rabia. Al principio a mi tampoco me habiá agradado, recorde lo cerca que había estado de matar a Jacob en cuanto me enteré que se había imprimado de mi hija y más cuando me dijo como le decía, fue la gota que revasó el vaso.

Me llevé una sorpresa en cuanto comenzo a hablar de nuestros planes, pero controlé mi expreción, no echaría a perder todo lo que estabamos haciendo y tampoco pondría en riego la vida de mi mejor amigo.
- No tengo idea de que estas hablando-dije serna. No perdería la oportunidad de recuperar a mi hija tan solo por una foto.

Asentí en cuanto me dijo que estuviera en su casa a las ocho, sabía qu no le diría nada referido a nuestro plan, pero tal vez podría conseguir la foto de alguna manera, no me importaba matarla si lo requería.
- Seré puntual- Prometí