Meditando [Libre]

Le sonreí a Claire una vez más, para después voltear a ver a Heidi, esta vez un poco más relajado, tratando de relajarme ante lo que habia dicho, hice una mueca, total si venia a "ayudar" era bienvenida.. sino.. no sabía lo que le esperaria.

Aunque de pronto parecia "ofendida" por lo que le habiamos dicho y parecia dispuesta a retirarse, vaya "broma" pensé viendola, como si ella pudiera tener un sentimiento como el de ofenderse.

- Espero un momento - dije tomandola del brazo y devolviendola a donde estaba, para despues cerrar la puerta - No creas que te iras muy facil despues de mencionar el nombre de mi sobrina, dije mientras aún la retenia del brazo - Si vienes a ayudar dilo ya

A lo lejos pude distinguir el efluvio de Christine, por lo que me giré en el momento de que ella llegaba, podía ver la confusión en su rostro, pero más tarde todo saldría a flote.

Me giré de nuevo a Heidi advirtiendole con la mirada que ni siquiera volteara a ver a mi hija o volviera a decir algo de ella.

La bromas de Heidi ya me estaban cansando.
Dí un paso hacia delnate todavía aferrada a Edward y sin ningun intención de soltarlo.
- Heidi- dije con la voz quebrada y nerviosa.
- Vamos habla ya por favor- pedí en tono suplicante otra vez como había pasado en su casa.
Emmett la tomo por el brazo impidiendole que se fuera y me relajé. Mirá a mi hermano por un momento dedicandole una mirada de agradecimiento acompañado de una timida sonrisa.

La miré mientras me mordía el labio inferior con mucha fuerza, pero no me importó, ya no podía sangrar ni hacerme daño.
Me quedé observandola a la espera de un respuesta con la mano que tenía libre hecha un puño.

Vi como Emmett se acercaba apresuradamente, me cogía del brazo y me devolvía a mi sitio. Pero para esos entonces ya había sentido la presencia de un humano fuera. La garganta me quemaba, era casi insoportable. Cerré los ojos y me serené, ahora mis ojos eran rojos, el color zaul de las lentillas se había disuelto. Necesitaba sangre.


-Suéltame.-ordené a Emmett que aún me tenía cogida del brazo cuando entró su hija, ahora me apretaba más fuerte.-Es que, ¿no me vas a dejar presentarme a tu hija?.-le dije mientras reía y le miraba directamente a los ojos.-Bueno ya lo haré yo.-concluí.


-Hola Christine.-Dije gritando aún sin girarme para verla por culpa de la negativa de su padre.-Te daría dos besos pero no me dejan.- añadí mientras me reía a carcajada limpia.-Se ve que tu padre no se fía de mí.-seguí hablando.

Miré a Emmett y utilicé mi don. Sabia que no se podría resistir.-Suéltame, ahora. No querrás que me enfade, ¿verdad?.-le dije cuándo me soltaba.

Caminé hacia la mesa alargada del comedor de los Cullen, saqué una silla y me senté. Todos me miraban.


-Bueno, ¿No os a contado Isabella nuestra visita?.- dije mirándola ahora a ella.-Fue muy productiva, ¿verdad?

Christine!- chille cuando la vi aparecer, la habia echado muchisimo de menos y me tire sobre ella, emmet intento retenerme puesto que era neofita pero estaba totalmente saciada de ayer.
Cuando la abraze muy fuerte me gire a ver a Heidi, le sonrei a Chris y corri a la mesa
- Si os sentais ablaremos- sonrei- sobre la vuelta a casa de nuestra mas preciada persona, Renesmee. Me estoy volviendo una ñoña...

Pense en los pulsos de emmet y me rei
- Por cierto emmet, me debes la revancha de unos cuantos

Me quedé quieta, casi sin moverme y casi sin respirar.Si mi padre retenía a esa vampira era por algo. El timbre de su voz me aterrorizó un poco, todo el salón estaba en silencio y con el cejo fruncido.
Vi una cara un poco conocida, reconocería esa melena rubia y la forma de la cara en cualquier parte. Claire, hacía mucho tiempo que no la veía. Pero estaba diferente, mientras se acercaba observé sus ojos, era un vampiro. Mis ojos se abrieron como platos, no me lo podía creer, Claire un vampiro... Me abrazó muy fuerte, mientras yo ponía cara de dolor.
- Ains Claire, creo que me has roto algo- Me quejé, cuando se separó de mí,claramente exageranto,.Seguí sin mirar directamente a la chica que antes se había presentado, si su voz me hacía tener escalofríos no sabía lo que me daría al ver su cara, tremendamente hermosa seguramente.
Me acerqué a mi padre,que ya no tomaba del brazo a la chica y le agarré de la mano. Sin poder decir muchas palabras.

Christine llegó a casa y eso hizo que me pusiera aún más nerviosa de lo que estaba, seguramente en cualquier momento entraba en un ataque.
No era nada seguro para ella estar ahora en casa, con dos vampiros bebedores de sangre humana.
Tragué saliva en cuanto Claire la abrazó, no era por nada, pero solamente estaba siendo precavida, ella era una neofita.
Avancé otro paso en cuanto Christine se quejo del abrazo de Claire, podría haberle hecho daño.

Solté la mano de Edward y le miré por un momento mientras bajaba los dos escalones que habíamos alcanzado a subir antes de ser interrumpidos mientras escuchaba lo que decía Claire.
Sentí la esperanza otra vez y casi corriendo me acerqué a la meza donde las dos vampiresas habían tomado asiento.
- Por favor, basta ya con esto. Hablen de una vez- pedí nerviosa pero sin elevar la voz en ningún momento. Ya no lo soportaba, necesitaba que alguién me explicara lo que estaba pasando.

Ella habia usado su don conmigo, lo sabía, pero la había soltado al último, ahora si me estaba enfadando, ella no tenía que por ni siquiere dirigirle la palabra a mi hija y menos de esa forma si se atrevia a tocarla solo un poco estaba seguro de que acabaria con ella de una u otra forma, estaria dispuesto a hacerlo.

Dejé que se sentara en la mesa, lo más lejos posible de Christine, estaba alerta por si cualquier cosa pasaba por la cabeza de aquella carnivora, la detestaba.

Cuando Claire se hacerco a Christine me opusé un poco, ella aún era neofita y no sabía que tan controlada estaba si algun paso se daba mal.. mi hija acabaria pagando todo y no era algo que yo queria.

Claire habia explicado que estaba bien y asi la deje.. confiaba mas en ella pero aun asi me preocupe cuando Christine se quejó.

- Mejor hablemos de lo que han venido a hacer aqui - dije tomando la mano de mi hija, su temperatura era agradable, me agradaba sentirla cerca de mí, me hacia sentir que estaba segura, pero me aleje unos pasos de Heidi para después mirar a Bella y a Edward buscando algún indicio de que estaban alertas por si algo pasaba.

Cuando estaba a punto de ver la imagen de mi hija, recibimos una visita bastante inesperada. Gurñí bajito al ver a Heidi, a punto de atacarle, pero luego me percarté de quién estaba a su lado Claire... creo que ya teniamos la respuesta de su desaparición.

Heidi empezó con sus estupidos juegos, luego llegó Emmett que se pusó un tanto violento sobre todo cuando llegó Christine, pero tenía razón, esto no era para jugar con fuego.

Miré fijamente a Heidi cuando se dispuso a hablar, era inteligente pensaba en otra cosa con tal de que no pudiera saber lo que iba a decir - Heidi habla cuanto antes será lo mejor - dije con una voz un poco tranquila.

Miré a Edward, su cara de frustación hacia la manera en que pensaba me daba cierto regocijo emocional. Qué fácil era engañar a un Culle. Reí par ami misma.


-¡Oh!, ¿dónde está vuestra educación?.-Dije mirándolos a todos.-Sentaos en la mesa para éstos eventos importantes.-Dije señalando la filera de sillas de mi alrededor.


-Cómo todos ya sabéis, el otro día Bella puedo gozar de mi fantástica presencia, al igual que vosotros ahora.-Dije riéndo con maldad.-Estuvimos hablando de lo guapa que estaba Renesmee y la manera en que había crecido.-Proseguí bajo la tención de un público expectante.-Pero bueno, ¿quién soy yo para hablar de mi visita, que lo haga ella.-Dije, quería que hablara un poco.-¡Ah! y el fantástico regalo que le dí también.-Finalicé

Me lleve las manos a la cabeza...
- Aveces eres muy mala y manipuladora- me rei liberandome de la prision de mis manos- La cuestion es que aunque parezca dificil de creer- mire a Bella- ella tambien nos ayudara a que Renesmee vuelva a casa

Los mire a todos, recorde la otra idea de la mision

- Que nadie mas se una a los vulturi porfavor! Lo de Jacob fue un imbecil y inutil intento de que nos maten a todos!- dije exasperada- es increible lo loco que esta...

Me quedé dudando en si sentarme como Heidi habia dicho o quedarme ahí con mi hija, ¿me relajaria si me sentaba? no, asi que decidi quedarme donde estaba, prevenido por si alguna locura pasaba por la mente de aquella loca vampira.

Me quedé serio cuando Claire menciono que las dos ayudarian a volver a Ness, lo creía de ella pero.. ¿de Heidi?, tenía mis dudas.

- ¿Jacob Black? - pregunté mirando a ambas - Yo siempre supe que era una mala idea ese.. perro.. no hace nada bien y debe creer que lo esta haciendo muy bien - dije con la mandíbula tensa

- Oh vamos no lo hace mal, pero.. de aber sido por que Esta que...- señale a Heidi- vino a saber de donde provenia- la mire mal- quiza nos abrian descubierto... eh Heidi?

Si se lo hubiera contado a alguien aora estaria muerta

Miré a Claire una tanto confusa. Es verdad que tendría que habérselo dicho a Aro pero el amor que le tenía a Renesmee era mayor al deber.


-Bueno sí-le dije.-Su hubieras sido más discreta....-añadí.-Pero bueno ahora la que estará muerta seré yo.-concluí.

Miré a Emmett y me reí, seguía tan rígido como antes de la mano de su hija.

-Como sabéis hace poco vine ha hacerle una espléndida visita a Isabella, que a decir verdad no me recibió con los brazos abiertos.- curvé los hombros y los dejé caer de nuevo. Me costaba concentrarme con esa humana por el medio, tenía que evitar mis pensamientos obscenos con Edward delante o acabaría mal la velada.


-Llévate a Christine.-ordené a Claire.-Si no habra un accidente.- Dije crujiéndome el cuello.-No puedo continuar con el olor a sangra humana que desprende su frágil corazón. Es demasiado tentador.-Ahora mi voz se había tornado un tanto terrorífica.

Y asi ice. SOnrei y tome del brazo a Chris
- Vamonos antes de que acabes peor que el puma que me zampe ayer- sonrei y la lleve fuera

Las escuché con atencion y no entendía por que demonios estabamos hablando del perro que se quizo hacer el heroe e ir a "salvar" a Nessie, lo que hasta ahora no habia echo, era una impotencia contenida el no ir por Nessi, pero Edward y Bella habian decidido que mandar al perro era lo mejor y yo no me interpondria en las decisiones que tomaban.

Por un segundo Heidi volvió su mirada a donde estabamos y se rió a lo que yo le contesté con un gruñido, advirtiendole que no debia meterse con ninguno de los dos.

Pero la ira se estaba acumulando y aumento una vez que dijo su último comentario, podía reconocer esa voz.. la voz de un vampiro hambriento en busca de una presa.. tratando de contenerse, por un momento me habia recordado a mí en un tiempo.

- Deja de hablar de ella de esa manera tan.. repugnante - dije, casi sin abrir la boca para hablar, mi mandibula estaba tensa, me disgustaba que hablaran de Christine como si fuera un pedazo de... comida.

Por una parte me daba rabia pero por otra no entendía el por que ella decia que se la llevaran, para mí era lo mejor.. pero.. Claire aun era una neofita, no sabía que hacer hasta que Claire la tomo del brazo.
Mire a mi hija preguntando con la mirada si estaria bien con ella.

-Da gracias que no es mi cena.-le dije con otro gruñido mirando al techo blanquecino de la casa.-¿O acaso lo preferías?-indiqué irritada.-Además con Claire estará mejor que aquí.-concluí con la mandíbula tensada. Me costaba hablar teniendo enfrente la tentación. Eso para mi era como la manzana de Eva y Adán.


-Os lo explicaré rápido y me iré.-les dije ahora sin cachondeos y con la voz de las tinieblas, había sido un fallo no alimentarme.


-La forma de actuar de Isabella me recordó que yo no recuerdo nada de mi vida humana. Mis pocos recuerdos que quedaban se han ido esfumando como la arena en el aire y esa incerteza me obligaba a preguntarme el porqué. Hace podo descubrí que Aro había mandado que me "limiparan" de recuerdos poco antes de despertar de mi conversión y eso me irritó mucho.-Dije sin respirar. Quizás ésta era una buena opción.-Le di el colgante que me dió tu cuñada a Renesmee y en el otro lado del corazón puse una foto suya. Al intante la reconoció y me pidió que le ayudara..-Esperé para ver su reacción y luego continué.

-En poco tiempo tendréis a Renesmee de vuelta, pero venía ha avisaros que dejarais de mandar gente a Volterra o no volverá nunca.-Concluí.

Miré a la mesa y centré la mirada horizontamente. Ahora tendría que hablar sin tapujos.

-Espero que la cuidéis bien cuando vuelva porque yo seré mujer muerta, por segunda vez.-añadí con una mueca.-Y ahora, ¿Confiáis en mi?-

Ahora sentía pánico, observé como los rasgos de la chica se oscurecían,tenía sed. Tragué saliva nerviosa, aún aferrada a la mano de mi padre, sin moverme. Claire me cogió del brazo para llevarme fuera, órdenes de la chica cuyo nombre no recordaba. Solté a duras penas la mano de mi padre y le sonreí diciéndole que iba a estar bien,aunque ni yo misma lo sabía. Realmente quería quedarme, estaban hablando de mi prima, y yo quería saber cómo estaba y qué pasaba con ella.

Noté como la presencia de Chris había alterado a Heidi por completo.
Ella pidió a Claire que se la llevara antes de que algo malo ocurriera, esto no me convencía del todo, así que mire a Emmett por un momento que se deabatía consigo mismo al igual que yo pensando si esa era la mejor opción.
Volví con rapidéz la vista otra vez hacia Heidi que estaba dispuesta a comenzar con su historia y los nervios incrementaron notariamente.

Escuché sus palabras todavía algo desconfiada, pero no pude evitar sentírme algo alegre al saber que el relicario había vuelto a las manos de mi hija.
- ¿Jacob corre peligro?- pregunté alarmada tras haber escuchado lo que decía.

La última parte fue la que más me sorprendió, se notaba que Heidi quería a Nessie.
- Estará a la perfección con nosotros- pero no contesté a su última pregunta, solamente me limité a mirar a Edwrad, el era el único que podía saber si ella de verdad era sincera.

Miré a Bella.-No es el solo el que corre peligro.-le dije intentando calmar mi voz.-Tanto Claire como Renesmee están en peligro, Aro no dudará en matarlos a todos si se entera.-le dije en tono realista.

Esperé su reacción y sentí como Edward entraba en mi mente leyendo mis pensamientos.

-Edward Cullen, sal de mi mente ya.-grité desquiciada, empezaba a perder la poco paciencia que tenía.-O se juega sin trampas o yo no juego.-avisé.-O confiáis en mi o jugáis a vuestra manera y pones en peligro la vida de todos.-concluí.

Aún sentía la mente de Edward dentro de la mía, eso me desquiciaba. Odiaba que excrutaran mis pensamientos.
-Te avisé una vez, dos no.- Dije mirando esta vez a Edward. -Si no confiáis en mí aquí no tengo nada que hacer.-cojí mi bolso me levanté y me dirigí a la puerta dispuesta a salir, si esos inútiles querían morir y perder vidas tontamente no sería yo la ue los pararía.

Pose mis manos sobre los hombros de Heidi frenandola dandole la vuelta y empujandola a dentro de la casa.
- inspira, espira Y Renesmee- dije en tono relajante. Su cuerpo se movio hacia dentro y cerre la puerta.

Me sente despues en las escaleras con Christine le sonrei y le dije

- Tu padre la va a sacar de quicio, y si no lo hace el lo ara Edward, pero es muy buena persona...

Miré a Claire con mala cara, no era hora de jugar conmigo. No me conocía irritada y esta vez estaba muy irritada.


-¿Nunca vas ha aprender?.-le dije mirándola a los ojos mientras se sentaba junta a Christine.-Nunca te fíes de un Vulturi, ni siquiera de mí.-añadí a lo que le había dicho ya con anterioridad.-Ya ves lo bien que somos recibidos en Forks.-dije haciendo un gesto para mostrar la situación.

Miré a Claire durante unos segundos más y luego retiré la vista, inconscientemente mi instinto me decía que debía atacar a aquella pequeña muchacha. Su calor y la fluidez de su sangre por las venas más importantes me incitaba cosas maliciosas. Su ritmo cardíaco había aumentado notoriamente y ahora la sangre fuía con más fuerza, incluso podía sentir los espasmos de su corazón. Volvía el quemazón a mi garganta y una mueca de dolor se dibujó en mi rostro. Miré hacía el cielo y esperé a serenizarme. Después de unos segundos añadí.


-¿Confiáis en mí o me voy?.-Esta vez era una advertencia que iba a cumplir y eso se notó en mi voz, ahora había dejado los juegos de lado. Necesitaba salir de aquella casa.