Al borde del acantilado (Jacob)

Después de despedirme de Bella, corrí hacia los acantilados.
También necesitaba tiempo para despedirme de mí mismo.
Iba transformado, y cuando iba a cercándome a un acantilado olí a un licántropo, que no reconocía como a alguien de mi manada.
Aparecí entre los árboles, sin importarme hacer ruido.
La miré, estaba de espaldas con los pies colgando.
Volví a mi forma humana y me acerqué a ella con cautela, para sentarme al lado suyo, pero más alejado de lo necesario.
-Hace una buena tarde- comenté, como si no fuera la primera vez que hablaramos. Estaba mirando hacia la playa que rompía sus olas en el final del acantilado.

-Es verdad... hermosa tarde... ¿este es territorio conocido para tí?... es que supongo que debo respetar cierta "territorialidad"... y me gustaría saber con quien presentarme.
Apenas si lo miré, él había actuado casual, como si yo no fuera una completa extraña y eso me hizo sentir cómoda... me arrepentí de tanta lejanía y brusquedad en mis palabras, tal vez estaba demasiado acostumbrada a manejar a mi propia manada de esa forma, tratando de disminuir la tensión de ser un Alfa rodeada de machos esperando que diera un traspie.

-Si no tienes malas intenciones, puedes ir y venir por este territorio como te plazca- le dije con amabilidad. Le había dado aquella respuesta queriendo evitar decirle que yo era el Alfa y que, por naturaleza, aquél territorio era mío. Además de que no quería sonar engreído, no quería que un extraño se enterara de que estaba a punto de abandonar a mi manada, aunque no fuese de manera permanente...O eso pensaba yo.

-Muchas gracias... eso es muy amable de tu parte... y si.. has acertado la verdad no tengo "malas intenciones" como dices... me llamo Abigail... ¿tú?
Refrené mi "apellido"... dedinitivamente no creía que fuera una buena idea chocar de manera tan tempranera. Traté de sonar poco curiosa, pero su manera de "dejarme" ir y venir por el territorio ya me indicaba cierto rango para aquel macho... un alfa o un segundo al mando mínimo... o jamás habría tenido tanta soltura sobre ese aspecto.

Me acerqué a ella, sentado como estaba, con cuidado para no caer al acantilado.
Ya que estuvimos a unos 10 centímetros, voltée mis manos para revisar las palmas. Estaban sucias. Pasé la mano derecha por mi pantalón rasgado para limpiarla, y luego la estreché hacia ella sonriendo.
-Soy Jacob- dije, suprimiendo mi apellido, pues ella también lo había echo. Tuve la tonta idea de que quizás de donde ella venía no se decía el apellido al presentarse. Ignoré ese detalle.
-Puedes llamarme Jake- le dije con amabilidad, queriendo provocarle confianza.

-Encantada Jake... este es un hermoso lugar para vivir por lo que veo... aunque he oído que tienen cierta compañía algo rara por aquí... algo... "fría".
Dejé de mirar el paisaje y posé mis ojos directamente en él. No me gustaba dar muchas vueltas y quería saber si conocía a los Cullen y cuál era su relación con ellos. Sin embargo cuando lo vi un escalofrío raro me recorrió toda la columna vertebral.

Mi sonrisa se desvaneció cuando mencionó la palabra fría.
Instintivamente me puse a la defensiva. ¿Qué tenía ella que ver con los Cullen? ¿Sabría algo de Nessie? ¿De dónde venía?
Suspiré. Seguramente yo estaría exagerando todo; aunque no dejé de estar a la defensiva.
-Así es- aseguré con naturalidad- Convivimos en paz, licántropos y vampiros. Es por eso mi recibimiento amable hacia ti- me limité a decir.

-Eso es algo... "nuevo" digamos... Podría quedarme un tiempo por aquí? eso sería algo que ampliaría mucho mis horizontes "culturales"... vampiros y lobos en armonia... guauu!